miércoles, 30 de enero de 2013


13 Noviembre

‎"La importancia de llamarse Ernesto", de Oscar Wilde.....

La verdad es que la leí hace muchísimo tiempo, tanto que tendré que ver la peli para recordarla.... El caso es que no lo escribo ahora porque quiera hablar de literatura, no querid@s, no soy un gran lector (lo confieso mientras una banda negra tapa mis ojazos marrones), sino que lo hago porque desde hace un tiempo vengo dándole vueltas al rollo de los nombres.

Cuando aterricé en Alemania mi principal objetivo era pasar desapercibido, hablar lo estrictamente necesario para que no se notase que mi alemán pendía de un hilo, y sobre todo mimetizarme.... Pero claro, eso lo dejé a un lado al segundo día de estar aqui, cuando un niño montado en los hombros de su padre en el supermercado le dijo a su padre....MIRA PAPI, QUE SEÑOR MÁS ALTO.... Y en ese momento me miré en el espejo que estaba al lado y me dí cuenta que era el guiri del lugar. Y no sólo por ser más alto, sino por ser más moreno y sobre todo porque paseaba todo el tiempo solo por las calles....

En fin, que mi segundo intento llego con mi nombre. Es cierto que no tengo un alemán magnífico, pero mi acento es muy bueno, mi profesora me lo dice, y si no que mi amiga Raquel lo diga por aquí.
Pues eso, que mi nombre sonaba a SEÑORES.....Y CON TODOS USTEDES.....EL ESPAÑOL EMIGRANTE!!!!. No es que me avergüence de ser español, SUPERPARANADA, ni mucho emigrante, SUPERPARAMENOS, pero que queréis que os diga, prefiero que al menos cuando me llamen no parezca un guiri y mucho menos que no reconozca mi nombre.

Así que voy yo y me pongo en la cola del Starbucks, para pedirme un café, (no es que me gusten esos cafés pero creedme, la calidad del cafelito de bar aquí no existe...). Y llegado el momento me preguntan mi nombre, yo digo MANUEL (que el caso es que aquí hay muchos Manuel) y lo apuntan. A los 5 minutos oigo una voz que me llama por mi nombre o más bien por lo que ellos pueden pronunciar...
MÁA-NU-EL....

Ay Pepa.....que feo sonó!!!!......Horrorozoooooo!!!!.
Así que descarté mi primera opción.

Unos pocos días después me presenté de nuevo para pedir mi Capuchino Grande (porque el mediano en Alemania se llama Grande, pero pronunciado como el culete). Y yo pienso, pues la verdad es que a Manolo Blanik lo conocen hasta los gatos, y digo yo que lo sabrán pronunciar, y no me digáis chicas de Starbucks que no habéis visto nunca un episodio de SNY!!!!. EN fin, que les doy el nombre y minutos después escucho un terrible...
MAN-NO-OLO....

Mi cara tuvo que ser un poema, aunque de nuevo mi sonrisa de unidades de millar me sacó del mal trago.
En fin, que al día siguiente me planté de nuevo porque necesitaba un nombre artistico!!!!..... a como diera lugar!!!!. Y con mucha prisa le digo a la dependienta, ICH HÄTTE GERN EINE GRANDE CAPUCCINO FÜR MANU!!!! (o sea,un capuccino mediano por lo que más quiera mi arma pero llámame como te he dicho y no me deformes más las palabras que me quedo sin opciones!!!!).

Y entonces lo dijo bien!!!!. No grité porque un chico de mi estilo no puede perder la compostura, pero en ese momento mi sonrisa (unidades de millar a un lado) llenó mi cara y desde ese momento ya tengo nombre en Alemania.

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE MANU....

LADO NEGATIVO: entre hablar a diario con tres idiomas y mi cambio de nombre tengo posibilidades de encontrarme un día frente a la Frauenkirsche buscando la calle Sierpes....
LADO POSITIVO: que bonito es poder pasear ahora con amigos y que te llamen por un nombre que no suena a EH, TÚ....EL GUIRI!!!!

besis

PD: el recurso del guiri lo sigo utilizando sobre todo cuando tengo que hacer gestiones en el banco.....(unidades de millar mediante)

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