13
Noviembre
"La
importancia de llamarse Ernesto", de Oscar Wilde.....
La
verdad es que la leí hace muchísimo tiempo, tanto que tendré que
ver la peli para recordarla.... El caso es que no lo escribo ahora
porque quiera hablar de literatura, no querid@s, no soy un gran
lector (lo confieso mientras una banda negra tapa mis ojazos
marrones), sino que lo hago porque desde hace un tiempo vengo dándole
vueltas al rollo de los nombres.
Cuando
aterricé en Alemania mi principal objetivo era pasar desapercibido,
hablar lo estrictamente necesario para que no se notase que mi alemán
pendía de un hilo, y sobre todo mimetizarme.... Pero claro, eso lo
dejé a un lado al segundo día de estar aqui, cuando un niño
montado en los hombros de su padre en el supermercado le dijo a su
padre....MIRA PAPI, QUE SEÑOR MÁS ALTO.... Y en ese momento me miré
en el espejo que estaba al lado y me dí cuenta que era el guiri del
lugar. Y no sólo por ser más alto, sino por ser más moreno y sobre
todo porque paseaba todo el tiempo solo por las calles....
En
fin, que mi segundo intento llego con mi nombre. Es cierto que no
tengo un alemán magnífico, pero mi acento es muy bueno, mi
profesora me lo dice, y si no que mi
amiga Raquel
lo
diga por aquí.
Pues
eso, que mi nombre sonaba a SEÑORES.....Y CON TODOS USTEDES.....EL
ESPAÑOL EMIGRANTE!!!!. No es que me avergüence de ser español,
SUPERPARANADA, ni mucho emigrante, SUPERPARAMENOS, pero que queréis
que os diga, prefiero que al menos cuando me llamen no parezca un
guiri y mucho menos que no reconozca mi nombre.
Así
que voy yo y me pongo en la cola del Starbucks, para pedirme un café,
(no es que me gusten esos cafés pero creedme, la calidad del
cafelito de bar aquí no existe...). Y llegado el momento me
preguntan mi nombre, yo digo MANUEL (que el caso es que aquí hay
muchos Manuel) y lo apuntan. A los 5 minutos oigo una voz que me
llama por mi nombre o más bien por lo que ellos pueden pronunciar...
MÁA-NU-EL....
Ay
Pepa.....que feo sonó!!!!......Horrorozoooooo!!!!.
Así
que descarté mi primera opción.
Unos
pocos días después me presenté de nuevo para pedir mi Capuchino
Grande (porque el mediano en Alemania se llama Grande, pero
pronunciado como el culete). Y yo pienso, pues la verdad es que a
Manolo Blanik lo conocen hasta los gatos, y digo yo que lo sabrán
pronunciar, y no me digáis chicas de Starbucks que no habéis visto
nunca un episodio de SNY!!!!. EN fin, que les doy el nombre y minutos
después escucho un terrible...
MAN-NO-OLO....
Mi
cara tuvo que ser un poema, aunque de nuevo mi sonrisa de unidades de
millar me sacó del mal trago.
En
fin, que al día siguiente me planté de nuevo porque necesitaba un
nombre artistico!!!!..... a como diera lugar!!!!. Y con mucha prisa
le digo a la dependienta, ICH HÄTTE GERN EINE GRANDE CAPUCCINO FÜR
MANU!!!! (o sea,un capuccino mediano por lo que más quiera mi arma
pero llámame como te he dicho y no me deformes más las palabras que
me quedo sin opciones!!!!).
Y
entonces lo dijo bien!!!!. No grité porque un chico de mi estilo no
puede perder la compostura, pero en ese momento mi sonrisa (unidades
de millar a un lado) llenó mi cara y desde ese momento ya tengo
nombre en Alemania.
LA
IMPORTANCIA DE LLAMARSE MANU....
LADO
NEGATIVO: entre hablar a diario con tres idiomas y mi cambio de
nombre tengo posibilidades de encontrarme un día frente a la
Frauenkirsche buscando la calle Sierpes....
LADO
POSITIVO: que bonito es poder pasear ahora con amigos y que te llamen
por un nombre que no suena a EH, TÚ....EL GUIRI!!!!
besis
PD:
el recurso del guiri lo sigo utilizando sobre todo cuando tengo que
hacer gestiones en el banco.....(unidades de millar mediante)
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