lunes, 18 de febrero de 2013




DE KADENAS Y ENERGÍAS

Sentada en el salón de casa, Frau Kadenen pensaba aquel 13 de febrero cómo la vida te va dirigiendo poco a poco a tu destino. Incluso aunque no seas consciente. Incluso aunque te niegues a moverte.

Nació bajo el nombre de Mirka (que en checo significa tranquila) Ivanovic la primavera de 1948 muy cerca de la frontera alemana. Y ahora que lo pensaba mientras bebía su tercera taza de café de la mañana, que después de tantos años en Alemania, realmente no sabía si podía decir que era checa, o alemana, puesto que tenía la nacionalidad, o simplemente ciudadana del mundo. En ese momento se sentía libre de toda frontera o etiqueta.

Encendió la radio, porque siempre había odiado ese horrible aparato cuadrado, tan antiestético e impersonal, y que sólo le alegraba la vida, cuando retransmitían las diferentes formas que tenían los habitantes de este planeta de dar la bienvenida al nuevo año.
Y entonces pensó que este año algo debía cambiar. Porque para Frau Kadenen el año empezaba el 13 de Febrero, día del aniversario del comienzo de una nueva vida en Dresden, la ciudad que la había cuidado los últimos 45 años.

El universo TRANSPORTE PÚBLICO es maravilloso y podría dar para llenar unos cuantos post, y si no que se lo digan a mis amigos Cis y Cristina que andan por el país del sol naciente....

A mi siempre me ha generado mucho estrés. Eso de moverme por primera vez en una ciudad nueva me quita el sueño, porque me veo atentíiiiisimo a las líneas, a las paradas, y temblando ante la posibilidad de acabar en un barrio chungo..... (Sí que pasa!!!, me dá miedo eso....) 
Y eso que aunque Alemania no debe ser tan estresante como Japón, hay que reconocer que cuando uno llega nuevo a una ciudad, y sobre todo cuando no controla el idioma, cualquier cosa se te hace un mundo.

En cada ciudad, el transporte tiene sus propias normas, tempos, y trucos. Y menos mal que uno es un muchacho viajao y leío, en fin, que he salido un poco y que se ha movido por metros como el de Nueva York o Madrid... Pero aún así la experiencia alemana ha sido diferente.

Frau Kadenen recordó que llevaba casi 25 años reuniéndose con otros tantos miles de personas cada año alrededor del Altstadt en memoria de los acontecimientos de aquella noche.
Y este año para no variar las cosas se habían ido calentando poco a poco. Y ella seguía sin poder entender cómo aún la gente podía pensar en castigar al contrario, en imponer sus ideas, y en seguir utilizando siempre esa muletilla absurda y estúpida..... SI HACES ESTO O AQUELLO ES QUE ERES PRONAZI!!!!.
Eso era algo por lo que siempre había luchado e intentado inculcar durante los 43 años que había sido profesora de primaria. 

Estaba cansada de oír siempre el mismo discurso de todos los partidos políticos, más preocupados en desprestigiar al contrario que en la generación de nuevas ideas que consigan que todos podamos levantarnos cada día con nuevas ilusiones. Los partidos se habían convertido en meros gestores de poder y habían dejado de un lado a las personas para moverse en pro de unos números.
Las cifras eran las que estaban gobernando aquella Tercera Guerra Mundial.... Porque desde hacía unos años veníamos viviendo esa Tercera Guerra, que ya no se libraba con bombas y soldados, sino con agencias, deudas y primas de riesgo, mientras miles de personas morían, perdían sus casas, o como ya hicieron sus padres, se veían obligados a emigrar en busca de nuevas oportunidades.

Para empezar diremos que el concepto de bonotransporte recargable o reutilizable no existe. En Dresde las posibilidades para viajr en periodos cortos de tiempo pasan por:
- Ticket simple. O sea, que te montas y te transbordas durante la hora de vigencia que tiene el billetito.
- Ticket de un día. Que te permite montarte en los buses o tranvías durante el día completo.
- Un modelo intermedio de tarjeta de 5 billetes. Que te permite viajar con las mismas condiciones que el ticket simple pero cinco veces a un precio un poco más económico que el individual.
Y todo ello por supuesto explicado en este maravilloso idioma que nunca terminaré de aprender. Así que al verte frente a esa gran máquina amarilla acabas comprando el ticket simple y que sea lo que Dior quiera. Y por supuesto teniendo algo en cuenta. En Dresden no pagan lo mismo los niños que los adultos, por lo que más te vale sacarte el billete adecuado a tu edad porque si no la multa no te la quita, como decía Chiquito, ni Perry Manso!!!!!.

Pero lo que no te explican bien es la letra pequeña. En ciudades con un control previo como Madrid, Sevilla o Barcelona, no hace falta validar el billete (o sea, el acto de "picar" que es como lo conocemos nosotros), pero en ciudades como Berlin la validación has de hacerla antes de entrar en el vagón, porque dentro es imposible, y el simple hecho de tener un Ticket sin validad hace que te casquen 40 pavos de multica. Y ESO NO ESTÁ BONITO!!!!.... Sobre todo teniendo en cuenta que el metro de Berlin es uno de los metros peor explicados que he conocido.... Pero eso es otro post.

Pero en Dresden la maquinita picabilletes está dentro, pero sólo pica los billetes comprados fuera porque los expedidos dentro del vagón no hace falta picarlos..... Por lo cual me pasé como un mes viajando con tickets sin picar que una vez terminado el recorrido, o la hora de rigor, yo tiraba en la papelera más cercana.... La de tickets que habré tirado madre sin picar!!!!!!..... QUÉ MALA ES LA IGNORANCIA!!!!. Y lo peor de todo es que cuando te lo explican por primera vez no tienes más remedio de poner un gesto como de.... PERO CLARO CHICA,... POR SUPUESTO QUE LO SABÍA!!!..... JAJAJAJA (Esta es una de esas risas casi histéricas que te salen cuando haces el ridículo de forma superlativa)

Pues eso, que con -4 grados si te quieres mover en esta ciudad o lo haces en tranvía o te congelas enterico.

Por supuesto los días previos al evento la prensa local ya se había encargado de publicar sendos artículos de todos los bandos para dar ambiente al momento. Y por supuesto la televisión ya había programado otras tantas retransmisiones en directo en las distintas localizaciones de los diferentes eventos programados por las autoridades, para-por- contra o en memoria de algo o alguien.
Que pesados...... pensó mientras bebía el último sorbo de su taza.

Entonces recordó como durante mucho tiempo, su marido Klaus, un gran hombre, le había enseñado que no nos podemos olvidar del pasado, pero no para regocijarnos en la pena o el sufrimiento, sino para perdonar, aprender de los errores cometidos, y sentir gratitud, gratitud para no olvidar y no repetir, para avanzar y soltar lastre, para recordar con una sonrisa en la boca, que no una risa.
Y era precisamente su Klaus, quien llevaba ya dos años sin acompañarla. Y era Klaus el que sin su presencia le ayudaba cada año a ponerse la mejor de sus sonrisas y dirigirse a Palais Platz a recordar la memoria de aquellos acontecimientos con paz y con mucha gratitud.
Y aunque aquella cadena era muy grande, ella le tenía una especial devoción a aquella vista del Palacio Residencial, donde Klaus y ella habían visto tantas puestas de Sol bajo la silueta de la maravillosa Samperoper....
Así que ese 13 de febrero de 2013 se puso la mejor de sus sonrisas y se puso en marcha.

Como este año el aniversario en memoria del bombardeo me cogía aquí en Dresde, decidí participar de alguno de los eventos. Después de tragarme, (porque en realidad no me enteré de un carajo), un documental sobre el citado día desde el punto de vista de las diferentes organizaciones, y tras la consiguiente tertulia con mi compi para aclarar toooooodo el contenido del documental, decidimos que nos íbamos a dejar de chorradas y no íbamos a participar en ninguna manifestación-acto-protesta relacionada con ningún partido o asociación de carácter política. Así que nos acercaríamos al Altstadt para formar parte de una cadena humana que se hace en torno al área afectada por los bombardeos.

Así con nuestros atuendos invernales, que sólo dejaban ver un trozo de nuestro rostro, y los consiguientes -4 grados nos fuimos en nuestro tranvía, Ticket validado mediante, en dirección a la cadena humana.

Llegamos una hora tarde pero la cadena aún estaba allí. Hombres, mujeres, niños pequeños con o sin carrito, adolescentes seguidores de Justin Bieber, señoras con sombreros horribles, señores con sombreros igual de horribles que los de sus señoras, y algún que otro despistaillo, llevaban desde las 17 horas formando aquella maravillosa cadena humana.

Yo, que en el fondo soy muy hypster, decidí que no me iba a poner en un lugar cualquiera.... Si íbamos a estar de pie a -4 grados pasando un frío de mil demonios, lo haría e un lugar mono. Así que os dirigimos a la Plaza del Palacio Residencial, Palais Platz, o lo que en su día fué la residencia de la realeza Sajona. Un edificio maravilloso que se recorta como una pegatina maravillosa sobre el cielo azul oscuro del atardecer de Dresde.

Este año no había tanta gente en la calle, aunque por otra parte le pareció normal, sobre todo por aquellas temperaturas tan extremas que estábamos teniendo este año en Dresde. Este iba a ser un invierno duro y blanco.... Schnee über Schnee, o lo que era lo mismo, nieve sobre nieve.

Y mientras andaba en dirección a PalaisPlatz se había dado cuenta que aquel año había mucha gente joven en la calle. Gente de generaciones que no vivieron la guerra pero que estaban allí como ella para callarle la boca a todos esos politicuchos de mierda que se empeñaban en ensuciar aquella maravillosa cadena de energía diciendo que ellos eran pronazis.... Imbéciles!!!..... En ese momento pensó:
- ¿Pero serás deslenguada Mirka?....jajajaja.... Anda y vamos más ligeras que el sol se pondrá pronto y tenemos que ver la puesta de sol en el Palacio.

Y entonces, siendo un eslabón más de aquella cadena, vio como una pareja se acercaba a ella.
La chica era alemana, pequeñita, con una cara linda, los ojillos celestes, pequeños, un ángel. Pero el chico no era alemán, su piel decía que estaba allí de paso, que Dresde no era más que una opción temporal. Pero su sonrisa si decía que pertenecía a aquella cadena, a aquel momento maravilloso, su sonrisa decía que era el eslabón que casaba con su mano.
Y fué entonces cuando el chico se puso a su lado, le agarró de la mano y la energía fluyó. Y sintió la necesidad de cerrar fuertemente la mano y respirar hondo..... y sonreír!!!!!.

Conforme nos acercábamos a la cadena humana nos dimos cuenta que el silencio reinaba el acto, excepto por el llanto de algún enano que cansado de estar allí pretendía llamar la atención de su mamá o su papá, los cuales intentaban callarlos con un discreto silvido.....
Y la verdad es que viendo aquello me entraban ganas de acercarme y decirles:
- Mire señora, déjelo llorar cojone, que el niño es mu chico, y si le sirve de consuelo yo no lloro porque soy mu viejo!!!!.

Y entre aquella cadena humana apareció un lugar donde los brazos se elevaban más de lo normal porque faltaban algunos eslabones. Y allí que nos fuimos, sonriendo bajo aquella pelúa de cojones. Y fue entonces cuando mi sonrisa se cruzó con la mirada de una señora con cara de abuelita de cuento, con una maravillosa bufanda roja. Nos sonreímos, nos miramos, y nos dimos la mano, y de repente sentí la necesidad de apretar la mano con fuerza.
Y un latigazo de energía me recorrió los brazos y me sacó una sonrisa mientras miraba la torre del Palacio.

Sólo estuvimos diez minutos formando aquella cadena. Pero durante aquellos 600 segundos ni sentí el frio de la noche, ni escuché los sonidos del murmullo de la gente.... Fue como cuando flotas en el agua del mar con la cara fuera, y de repente el mundo se queda sordo, con el único sonido mudo de las olas, y sientes como tu cuerpo se relaja.

Y allí estaba yo metido en mi mundo cuando de repente Frau Kadenen agitó mi mano. La miré a los ojos, ella me sonrió, y con una voz dulce me dijo:
- Ya me puede soltar la mano caballero....
Mientras mis ojos se acercaban a nuestras manos, mientras éstas se soltaban poco apoco. Me sentí un poco avergonzado y con la sensación de haberla molestado, pero entonces aquella señora me dijo.
- Muchas gracias por compartir este momento. Que tenga un buen día.
Y se desvaneció entre la multitud.
Y yo me quedé como vaca sin cencerro....

Aunque enseguida el frio me pegó un lametón en el cachete y me puso en marcha.

Ese día fue especial.

LADO NEGATIVO: que acontecimientos como el fatídico bombardeo se van a seguir utilizando como un arma arrojadiza para fanáticos de ambos bandos sin pensar, que lo más importante del acto, es que 10000 personas fueron una para recordar y pensar unidos que el mundo debe parar y no volver a cometer actos estúpidos.

LADO POSITIVO: que mientras Kadenen me apretaba la mano, os tuve a tod@s cerca de mí. Vosotros también estuvisteis allí en la cadena....

PD: Mando un beso especial y le doy las gracias a todos los profesores que tuve, porque gracias a ellos soy quien soy. 

Y a modo de homenaje, y aunque no soy yo, una fotillo de esas maravillosas clases de la Escuela Pública española de los 70, donde con pocos medios pero con respeto crecimos muchos de los que leemos este hunilde blog...





6 comentarios:

  1. Que me gustan tus relatos,un beso Manuel

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  2. Sin palabras... con una sonrisa y refregándome los ojos... :)

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  3. Hasta ahora no he podido leerlo, también me encanta y lo mejor me río un montón! No por nada sino por qme recuerdas a mi misma...Cuando tienes el próximo? ??? Besitos

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